Muchas parejas establecen una relación estable en base a las expectativas que genera el amor romántico. Sin embargo, el amor romántico por sí mismo, no es suficiente para garantizar una base sólida para superar los retos que una relación ha de afrontar.
Tarde o temprano, van apareciendo situaciones que ponen a prueba la confianza en la relación. Las diferentes agendas, el ritmo de vida acelerado, las diferencias de carácter, de experiencias previas de cada uno, etc., van creando un contexto que favorece el distanciamiento y la falta de comunicación.
En muchos casos, el desgaste que tiene lugar en una relación en la que no se ha podido establecer una comunicación comprensiva, acaba estallando en una crisis. Crisis que suele surgir a raíz de un evento estresante y que acaba por desbordar el equilibrio precario en el que se ha ido instalando la relación. Es el momento en el que las emociones, muchas veces contenidas, empiezan a surgir de forma implacable llevando a conductas impulsivas y poco coherentes con aquello que se pretende conseguir: que la relación recupere la intimidad, la confianza, la seguridad y el amor.
Cuando la relación de pareja deja de funcionar el dolor experimentado puede llevar a desarrollar una fuerte reactividad contra el otro que limita las posibilidades de encontrar acuerdos satisfactorios y recuperar el bienestar.
No obstante, si aprendemos a gestionar nuestras emociones de forma positiva y mejoramos nuestra capacidad de comunicar nuestras necesidades, es posible superar la crisis y crear las condiciones para que la relación pueda salir fortalecida. Para ello es importante la implicación de ambos y, en ocasiones, la ayuda de la terapia de pareja.
La terapia de pareja permite establecer las primeras bases para recuperar la confianza perdida y la ilusión a través de una serie de estrategias que van propiciar:
- El descubrimiento de aquellos elementos que han contribuido al distanciamiento para aplicar fórmulas eficaces en su resolución
- El aprendizaje de la gestión emocional, para expresar de forma asertiva aquello que se está experimentando,
- La expresión de las propias necesidades y la atención y comprensión de las necesidades del otro
La necesidad de la inversión en tiempo compartido para sintonizar las vivencias y tener una experiencia conjunta más plena.